El chino mandarín es un idioma muy interesante y tiene aspectos que lo hacen una pesadilla de aprender, como sus tonos y su escritura y lectura, pero tiene otras facetas que lo hacen fácil, como el hecho de tener una gramática muy simple, solo tienen 3 tiempos (pasado, presente y futuro) no tienen genero y el plural de los objetos es relativamente fácil.
Esos eran un par de apuntes que quería escribir antes de que se me fueran en el olvido. Continuando con el viaje, Dali fue una ciudad que pensaba saltar y me termino gustando mucho aunque aclaro no vi mucho de la ciudad sino más bien su parte atractiva esta en sus alrededores, con gente bien amable, su diversidad étnica y paisajes relajantes.
Realmente el tiempo pasa volando allí en Yangshou, y recuerdo muy bien lo que hice, pero no recuerdo el orden. Los días los pase merodeando en bicicleta con Daniel, el francés que conocí en Lijiang y nos topamos acá, escalando en roca, haciendo senderismo y andando a toda velocidad con motocicletas con Shahar, un israelita que me cayó super bien, jugando beer pong, juego inventado por la dueña de un bar para que la gente se emborrache más rápido, y en general el tiempo fluyo disfrutando el lugar.
Como el lugar ha sido transformado para mochileros, sigue siendo un poco disneylandia a lo chino, pero no tan asqueroso. Es mucho mas fácil hablar con la gente que vive allí, mas fácil hacer tratar de hacer cualquier cosa por la gran información que hay y existen mil y un actividades y oportunidades de gastar dinero, desde aprender kung fu, tai chi y cocina autóctona hasta ver espectáculos de luces cursis y tomar baños de lodo.
Un dia fuimos a la montaña de la luna, y antes de llegar allí un montón se campesinas nos rodearon y nos persuadieron a no pagar la entrada sino que ellas nos mostraban un atajo. Eran encantadoras estas segnoras tratando de vivir del turismo de una forma ingeniosa y ademas eran muy buena gente. Resultamos saltando la barda y escuchando los consejos de estas mujeres. :D
Un día decidí echarle un vistazo a Yangshou, había un par de lugares en especial que quería ver, el mercado y el parque.
Hacia mucho tiempo no me sentía tan culpable de comer carne. En el mercado de Yangshou se pueden ver gran variedad de animales que se venden frescos, vivos, agonizantes. Peces aglomerados en pequeños cubos con muy poca agua que apenas les permitia respirar. Tortugas envueltas en mallas que impedían su constante, lento e infructuoso esfuerzo de escapar. Algunas veces se escuchaban chillidos de dolor, de auxilio que eran enmudecidos bajo el filo de un cuchillo o por constantes garrotazos. Me entristeció mucho ver grupos de perros acongojados, algunos con tristeza en sus caras, mientras esperaban su sentencia de muerte aglomerados y siendo mal tratados por sus verdugos, mientras veían a sus ex compañeros de celda ser rostizados y cortados en trozos y percibiendo el olor de otros que eran desangrados frente a ellos luego del ultimo aullido de dolor.
Termine pasando la tarde con ellas, hablando de China, de sus vidas, de sus pasados y alimentando sus ansias de aprender ingles. Me terminaron invitando a un cumpleaños en el internado donde estudiaban y esa fue una de las mejores noches que pase en China. Era ver como se divertían los chinos, con juegos sencillos y comicos y como se ponían penitencias para que cantaran a capela en publico. Los asiáticos se mueren por su karaoke. También de castigo ponían a dos personas a bailar, lo mejor resulto cuando me castigaron a mi, yo que soy bien malo para bailar, pero se dar 3 vueltas simples que dejaron a más de uno boqui abierto. Cuando menos lo pensé había una fila de chicas esperando que les dieran vueltas sin ritmo, estuvo super. Aunque todo acabo cuando un chico que yo conocía de el hostal coincidencialmente estaba allí y se excedió de copas y toco cargarlo hasta la casa.
No comments:
Post a Comment
Comentarios y criticas serán bien recibidas